A Jaime le gustaban mucho los animales. Él no tenía muchos amigos, así que ellos eran su única compañía. Jaime nunca imaginó que pudiesen existir animales malditos, ni que adoptar uno fuese tan peligroso.
A Jaime le gustaban mucho los animales. Él no tenía muchos amigos, así que ellos eran su única compañía. Jaime nunca imaginó que pudiesen existir animales malditos, ni que adoptar uno fuese tan peligroso.